Helena Aguilar, alumni de GNMI, explica su experiencia con el Trabajo de Fin de Grado que, por el momento, le está devolviendo el esfuerzo en forma de premios y reconocimiento. Un proyecto con un objetivo claro: dar respuesta a las necesidades de la ciudad y sus habitantes en temas de movilidad.
Cuarto año de carrera. Exámenes, proyectos finales. Poco tiempo disponible. Asignaturas por aprobar a pocos meses del fin de un ciclo y la inquietud de ¿cuál será mi futuro profesional? Súmale además tener que realizar el Trabajo de Fin de Grado y el escenario da cierto vértigo.
Desde el inicio, me propuse que el TFG no fuera un trabajo académico más. No sabía qué tema tratar, pero sí qué quería conseguir: aprender algo nuevo, potenciar algunas de las habilidades adquiridas en la carrera y encarar mi futuro profesional hacia aquello que me interesaba. Y estos tres componentes me llevaban a desarrollar una idea de negocio utilizando metodologías ágiles. Iba a utilizar mi TFG como una oportunidad y así enfocarme hacia el sector de la innovación y el emprendimiento.
Empecé por identificar una problemática en el mercado y plantearme el reto de aportar ideas para solucionarla. Todo ello invirtiendo los mínimos recursos posibles y centrándome en el cliente, ya que utilicé la metodología Lean Startup.
Mi idea de negocio inicial trataba de solucionar las necesidades de los usuarios actuales de movilidad en Barcelona. Al ser un sector que no conocía, para validar la idea de negocio inicial, contacté con un experto que me diera su opinión sobre el proyecto que planteaba. Él me mostró el camino a seguir, me indicó los handicaps principales que me encontraría y me puso en contacto con personas y entidades interesadas en el tema.
La diversidad de las entrevistas realizadas me brindó la posibilidad de conocer en profundidad los diferentes puntos de vista y motivaciones de las partes interesadas. Captar la atención de directivos de grandes empresas y conseguir cuadrar agendas, aplicar los conocimientos teóricos aprendidos en el grado y utilizar herramientas innovadoras y ágiles para crear.
Una de las dificultades a las que me enfrenté fue el hecho de construir un proyecto sin tener un equipo. Por este motivo, compartí la idea de negocio con tantas personas como pude y tuve en cuenta su feedback en el proceso.
El trabajo MOVe-U me ha servido para aprender a construir proyectos en base a la experimentación, iteración y el aprendizaje validado. A ponerme en una situación real, detectar una necesidad y tratar de crear un negocio sostenible a partir de esta. Acercarme a cómo quiero que sea mi futuro profesional y abrirme la puerta a conocer sobre movilidad urbana. Para mí, el trabajo de fin de grado ha sido un camino de arriesgar e innovar para crecer personal y profesionalmente.
Helena Aguilar, graduada en Negocis i Màrqueting Internacionals a ESCI-UPF de la promoció 2017-18, ha estat guardonada amb el premi Emprèn Idea 2018 que atorga la UPF pel seu treball de fi de grau. Aquest premi vol distingir les millors propostes de negoci desenvolupades pels estudiants.
Treball de Fi de Grau. TFG. Cinc paraules. Tres lletres. Poques paraules, poques lletres que permeten albirar el final d’una etapa formativa que fa de frontissa entre el món educatiu i el món professional.
Per segon any consecutiu, ESCI-UPF ha premiat els millors treballs de fi de grau (TFG) del Grup UPF en matèria de responsabilitat social corporativa i sostenibilitat. Els guardons, dotats amb 1.000 EUR cadascun, es van lliurar ahir amb la presència del director d’ESCI-UPF, Xavier Cuadras.
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