Mapa de riesgos mundiales 2024

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Como cada año, el mes de enero nos trae, aparte de la ya famosa cuesta, la reunión del Foro Económico Mundial en Davos y el Informe Anual de Riesgos que se debate en dicha reunión.

Los riesgos son circunstancias vivas, cambiantes, temporales, que no afectan ni se ven de la misma manera desde todas las partes del mundo. En este edición, la muestra ha sido muy amplia y diversificada: han contestado un total de 1.490 participantes pertenecientes al mundo académico, económico, político y de la sociedad civil.

Este año, los conflictos bélicos no aparecen en los primeros puestos. La guerra de Ucrania por ejemplo, que es algo que se veía con muchísima preocupación en Europa por razones de vecindad, era percibido como algo más lejano en los países latinoamericanos. También podría ser que los riesgos de esta guerra estén ya digeridos. Otros conflictos más recientes, como el de Gaza y la subida de tensión en Oriente Medio, aún no habían alcanzado su plenitud en el momento de realizarse la encuesta.

El Informe divide los riesgos en cinco categorías distintas: riesgos económicos, medioambientales, geopolíticos, sociales y tecnológicos. Los que más preocupan y ocupan a los encuestados son, por este orden:

1. Riesgos derivados de la climatología extrema, citados por un 66% de los encuestados. La sequía en algunas zonas, el deshielo en otras, y el aumento de las temperaturas en todas, son sin duda los motivos principales que llevan a situar este riesgo en el primer lugar, quizá porque se trata de un riesgo muy generalizado.

2. Riesgos ocasionados por la desinformación o mal uso de la inteligencia artificial, nombrado por un 53% de los encuestados. Este riesgo creo preocupa especialmente en las zonas donde el uso de las nuevas tecnologías está muy extendido. La Unión Europea es muy consciente de él y está ya intentando regularlas.

3. Riesgos derivados de la polarización, mencionados por el 46% de los encuestados. El informe cita la polarización no únicamente como un fenómeno de la política, sino también social y que incluso llega a afectar a la esfera económica, con cláusulas sancionadoras por doquier.

4. Riesgos ocasionados por la crisis del coste de la vida, mentados por el 42% de los encuestados. En este riesgo tenemos un claro ejemplo de los factores de localización (países con hiperinflación) y de temporalidad (actuaciones correctoras de bancos centrales) que se dan en los riesgos.

5. Riesgos derivados de los ciberataques, citados por el 39% de los encuestados. Parece evidente que la ciberseguridad preocupa en mayor medida a las Administraciones Públicas y grandes empresas, aunque no están exentos de él ni pymes ni particulares.

Analizando pues este apartado del Informe, tendríamos que los cinco riesgos que se catalogan como más mencionados, pertenecen a tres categorías: la medioambiental, la tecnológica y la social. ¿Quiere ello decir que el resto no preocupa y que no se aprecian riesgos económicos y geopolíticos?

Seguro que también, lo que ocurre es que se perciben a más largo plazo, en buena medida porque las repercusiones económicas y geopolíticas, llegan después.

Si tomamos como ejemplo los riesgos de la climatología extrema, las repercusiones económicas (o sea, sus consecuencias) llegarán después de que estos desastres hayan ocurrido, y los riesgos geopolíticos, cuando los intentos por alcanzar acuerdos económicos no hayan permitido solventar la situación. En cambio, alguno de los riesgos tecnológicos como la ciberseguridad, tienen consecuencias económicas inmediatas.

Este es nuestro complejo y cambiante mundo de hoy, sobre el que invito a reflexionar a los lectores. ¿Si hubiérais sido encuestados, cuál sería vuestro orde de percepción de riesgos?