La industria marítima es clave para la economía de muchos países. Introducir herramientas tecnológicas en la gestión de los puertos mejora su rentabilidad y eficiencia, pero también los hace más sostenibles. Los smart ports ya son una realidad, también en nuestro país.
Los puertos españoles aportan aproximadamente el 20% del PIB del sector transporte. Canalizan el 85% de las importaciones y cerca del 60% de las exportaciones. Estas cifras (del 2020) nos dan una idea de la importancia de la logística portuaria en las cadenas de suministros y la gestión de los flujos de energía.
La digitalización de los puertos marítimos genera una cantidad enorme de información que los hace más rentables, eficientes y sostenibles. Si se combina la industria 4.0 con la implementación de tecnologías como el 5G, el Internet of Things (IoT), la Inteligencia Artificial (IA) o el blockchain se conectan e intercomunican procesos de la gestión de los puertos en una única plataforma.
Cada vez más vemos cómo estas tecnologías se van incorporando al sector portuario. Por ejemplo, adoptar el just in time permite compartir la evolución de los procesos en tiempo real, reducir tiempos de escala de los buques, mejorar la planificación, la transparencia y la visibilidad. La conectividad con las grandes redes de transporte hace que la información fluya hacia otros agentes como pueden ser los operadores logísticos. Para ver un caso concreto, tenemos la conectividad de las redes europeas de transporte con los grandes corredores logísticos, como en la nueva Ruta de la Seda.
Lo cierto es que la conectividad y el desarrollo del 5G abren nuevas oportunidades que potencian la competitividad y la eficiencia y garantizan la sostenibilidad.
El edge computing consiste en algoritmos para visión artificial basados en Big Data, Machine Learning, IA o Deep Learning que dan lecturas en tiempo real y permiten saber lo que ocurre en el puerto en todo momento. Este conocimiento, complementado con sistemas aéreos de control remoto (drones que mejoran la inspección y observación), permite hacer previsiones, ajustar recursos según picos de demanda, establecer un plan de mantenimiento de instalaciones y maquinaria, mejorar la seguridad, la productividad y la rentabilidad, etc.
A nivel de movilidad dentro del puerto, el uso de vehículos autónomos, es decir, conectados a un Virtual Data Center desde donde se manejan flotas enteras, permite maximizar el rendimiento de cada puerto. O las grúas conectadas con tecnología que reduce el riesgo de accidentes, mejorando así la seguridad, además de permitir que la toma de decisiones sea más rigurosa debido a los grandes volúmenes de datos que transmiten los vehículos sensorizados.
El blockchain contribuye a la optimización y transparencia de la cadena de suministro y a aumentar la agilidad de procesos mercantiles y comerciales. Pongamos por caso los smart contracts, gracias a la tecnología blockchain y al sistema de información geográfica (permite saber la localización exacta de barcos, contenedores, personas…) se acortan los tiempos de compraventa de mercancías, los trámites son más seguros y se mejora la localización y monitorización de las mercancías.
Las plataformas IoT permiten la recolección de datos, el análisis y la comunicación mediante 5G con gran velocidad de navegación. Si bien es cierto que tener los datos en la nube aumenta la vulnerabilidad, existen soluciones para bloquear los ciberataques y reforzar la ciberseguridad.
No podemos olvidar, además, que esta apuesta promueve cadenas de suministro resilientes con la sostenibilidad en el punto de mira. Todos estos cambios (automatización, implantación de tecnología inteligente, etc) buscan generar operaciones verdes, la descarbonización con el uso de combustibles alternativos, energías renovables y potenciar la economía circular.
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