Ana Dueso, biotecnóloga y estudiante del doctorado en Biomedicina, trabaja en el Barcelona Supercomputing Center donde estudia mutaciones en células tumorales de pacientes con cáncer.
Ana Dueso, estudiante de doctorado en Biomedicina en el grupo de Comparative Genomics del Barcelona Supercomputing Center (BSC) y socia de Young IT Girls, nos cuenta su trayectoria profesional y personal hasta llegar a hacer investigación en Bioinformática.
Cuéntanos qué estudiaste y por qué lo escogiste.
Cuando estaba en secundaria las asignaturas que más me gustaban eran Química y Biología. Me encantaba ir al laboratorio a preparar muestras para verlas con el microscopio o hacer experimentos con distintos reactivos. Durante esos años decía que quería estudiar Química, hasta que empecé a descubrir la Genética. Realicé el bachillerato de Ciencias de la Salud porque no me gustaba nada la Física, sin saber muy bien cuál sería el grado universitario que elegiría. Finalmente, tras ver las asignaturas de cada grado y en cada universidad, decidí hacer biotecnología en la Universidad de Vic. Luego hice un máster en genética y genómica en la Universidad de Barcelona.
¿Pensabas dedicarte a la investigación cuando terminaste el grado? ¿Qué te motivó a dedicarte a investigar?
Cuando empecé el grado me imaginaba trabajando en un laboratorio experimental. Me llamaba la atención todo aquello relacionado con el cáncer y me motivaba poder estudiarlo. Sin embargo, no tenía mucha idea de cómo funcionaba este sector, ni qué proyectos había, ni las aplicaciones, pero lo fui descubriendo gracias a los seminarios que impartían gente externa a la universidad.
El verano de 3º a 4º realicé las prácticas externas en el grupo de Oncología Traslacional del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital de Sant Pau. Aprendí mucho durante esos meses y la experiencia fue buena. Pude trabajar en el laboratorio sola y en equipo, y disfrutaba discutiendo los resultados y pensando cómo continuar. Por otro lado, la rutina del laboratorio experimental no me acababa de convencer.
Durante el grado tuve varias asignaturas de Bioinformática y esa fue la rama que escogí para las optativas porque me parecía interesante. Aproveché el último curso de la universidad para hacer más prácticas externas, esta vez en el grupo de Genómica Computacional del Barcelona Supercomputing Center. Aunque no tenía claro si me gustaría pasar todo el tiempo trabajando con el ordenador, quise probar qué tal era y me convenció.
Allí continué haciendo el trabajo de final de grado, me quedé en el grupo combinándolo con las clases del máster y hasta ahora, mi tercer año de doctorado.
El ambiente en el grupo, los proyectos que se llevaban a cabo y la confianza que tenían en mi capacidad de seguir ahí, fueron clave para querer quedarme y decantarme por la investigación.
¿Qué líneas de investigación sigue tu laboratorio? ¿Nos podrías explicar en qué consiste tu investigación?
El objetivo principal del grupo de Genómica Computacional del BSC-CNS es entender la biología del genoma humano en distintas enfermedades a partir de un gran volumen de datos (big data), normalmente genómicos.
Durante estos años en el grupo he podido participar en varios estudios relacionados con el cáncer, incluyendo el proyecto “The Pan-Cancer analysis of whole genomes”. En mi caso me centro en estudiar mutaciones somáticas, aquellas que aparecen en las células tumorales del paciente y no en las sanas. Para observar estas mutaciones, comparamos el genoma secuenciado de células tumorales versus células sanas de un mismo paciente. Sin embargo, para entender el papel de estas mutaciones en un tipo de cáncer o varios, es necesario que el estudio incluya el máximo número de pacientes posible.
El análisis de este gran volumen de datos a nivel computacional junto con los conocimientos en Biología y Genética nos ayudan a entender el papel de estas mutaciones somáticas en un tumor. En función de los datos genómicos que analizamos y del objetivo del proyecto, estos estudios nos permiten, por ejemplo, encontrar marcadores para luego mejorar el diagnóstico de la enfermedad, saber con más precisión cuál es el mejor tratamiento para el paciente o cómo será su evolución.
¿Qué tienes pensado hacer cuando acabes el doctorado?
Sinceramente, no lo he pensado mucho. Por ahora disfruto del doctorado y lo aprovecho para seguir aprendiendo y formándome como investigadora. Durante el grado tampoco imaginé que acabaría haciendo un doctorado, pero sin pensarlo mucho fui siguiendo el camino hasta aquí.
Me gusta la investigación, pero no me he planteado como me veo al acabar.
¿Con qué actividades complementas tu vida profesional?
Uno de mis hobbies es bailar, así que voy a clases de Dancehall y Afro un par de días a la semana.
Como me gusta ocupar el tiempo con otras cosas que me permitan desconectar y aprender, soy socia y responsable de gestión interna en Young IT Girls. Esta asociación sin ánimo de lucro tiene como objetivo promover la tecnología en el sector femenino, especialmente en etapas educativas previas a las decisiones de futuro. Hacemos actividades en escuelas y otros centros, además de dar charlas o talleres.
También soy voluntaria en AFANOC, acompañando a niños y niñas hospitalizados en la planta de oncología del Hospital Vall d’Hebrón y participo en el Programa Català de Refugi como mentora de una persona en situación administrativa irregular.
¿Qué le dirías a alguien que esté terminando el grado en Bioinformática?
Le diría que se lance a la piscina y pruebe todo aquello que le llama la atención. Si le gusta la investigación, le recomendaría buscar grupos y laboratorios donde realicen proyectos relacionados con un tema que le motive y escriba a la persona responsable del grupo para hacer unas prácticas allí. Si no contestan a la primera, que pruebe una segunda vez. También le diría que hable con los y las profesoras de aquellas asignaturas que más le han gustado para que le recomienden salidas profesionales.
Por último, le diría que aunque reciba opiniones negativas de gente del sector o externa, siempre siga lo que crea conveniente. Aunque al final no salga bien, siempre se aprende algo por el camino.
Alexis Molina, alumni del BDBI
Laura Serra, alumna del BDBI
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