No es una novedad que China lleva años invirtiendo en Europa, en los mayores mercados y en los sectores industriales más relevantes. Qué sucederá después de la pandemia y la crisis financiera global es una gran incógnita.
Hace años que China ha dejado de ser “la fábrica del mundo” para ser además el banco del mundo. Su capitalismo de Estado les ha llevado a hacer inversiones de interés nacional, ya sea de forma directa o de manera indirecta a través de empresas privadas o semipúblicas.
En el caso de Europa, las inversiones chinas son inferiores a las de otros países, pero han crecido mucho la última década. Según la Comisión Europea, un tercio de los negocios de la UE están en manos extranjeras y las que pertenecen o tienen presencia china han pasado del 2,5% en 2007 al 9,5% hoy. Contrasta con el 30% que está en manos norteamericanas (de Canadá y Estados Unidos), pero es que en 2007 eran el 42%.
Para China, apostar por Europa es seguro y además les proporciona influencia, puesto que se trata de inversiones con consecuencias económicas y políticas. Los países europeos donde más han invertido, por orden, son: Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y Países Bajos, aunque no son los únicos. Y los ámbitos industriales más relevantes son los sectores químico, energético, de construcción, minería, telecomunicaciones, finanzas, automovilístico… Según Pedro Nueno, “El objetivo es conquistar mercados, pero también todo lo que hay en estos mercados: tecnología, marca… No creo en absoluto que haya un interés político”.
El tema es que, tal como reza este artículo de La Vanguardia, “en los países sedientos de capital para encarar sus recientes estrecheces presupuestarias, China es vista como una oportunidad. Para el conjunto, quizá como una creciente amenaza”.
En cualquier caso, está claro que China da pasos para afianzar su posición en Europa: con inversiones a medio y largo plazo, con la creación del Foro 17+1 y la creación de la Nueva Ruta de la Seda… Quizás el objetivo de China sea crear una barrera con los EE.UU., pero la respuesta de la UE a estos “tira y afloja” chinos, por el momento, se reduce a restringir la entrada de Huawei y ZTE al 5G y actuar con reticencia y desconfianza. Pero, si la UE “castiga” a Hungría y Polonia con una reducción de fondos, ¿lo aprovechará China?, ¿permitirá la UE que China divida y balcanice a sus socios?
Son muchas las preguntas y las necesidades financieras de cada país pesan… con la crisis global causada por la pandemia de coronavirus, la expansión china es una realidad más que nunca. China avanza en Europa mientras la UE se divide.
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